No viene nada mal para desestresarse un día de pesca de siluro, ya que llevábamos unos días de mucho estrés debido a la cotidiana rutina y a tener que forjarte un "futuro", que por lo menos te pague la pesca. Y si encima están los siluros activos ya ni te cuento, aunque sean de mediano tamaño, desconectas.
A las 3 de la tarde nos presentamos en el río en busca de los "tocinos" del Ebro, hacia un calor de espanto y solo querían salir siluros con una media como los de las fotos, nos fuimos moviendo por varios escenarios conocidos y no tan conocidos en busca de los grandes, siguieron saliendo pequeños a mitad de la tarde hasta que empezó a amainar el calor en la ribera del río.
Llegamos a un sitio conocido, pero que no sabíamos como había dejado la riada el fondo, acertamos porque en el primer lance clavó mi compañero un pepinazo, pero partió la línea acto seguido de picar en la orilla, y arrancar como una mala bestia... una pasada, que subida de adrenalina, pero se llevo de regalo un piercing, una pena. Y se soltó otro tocino debido a que aprenden demasiado rápido, este golpeo con el hocico al señuelo para ver que era, no se clavó bien y al final se soltó.
Se siguen resistiendo los grandes siluros pero al final !saldrán¡
Al final salieron en total 18 siluros, varios escapados y multitud de picadas, !estaban cachondos¡
Estos dos siluretes son los más destacados de la jornada:
El primero de 1,60m pescado por Jesús "capi", este salió a media tarde, acto seguido de clavarlo, sacó dos tercios de su cuerpo fuera del agua y pegó un coletazo y ya vimos las dimensiones del mismo. !Precioso¡ digno de verlo.
Y el segundo pescado por Jesús, al anochecer, entró y sabia lo que había por que pico también tocando el señuelo con el hocico,por los pelos¡
Este tenia 1,45m, estuvo bien también.
Recomendable para desconectar de la rutina diaria.
